Ana María Sánchez, una de las figuras más importantes de la lírica española, fallecida el pasado 17 de septiembre a los 63 años, ya es Hija Predilecta de Elda. El alcalde de la ciudad, Rubén Alfaro, ha entregado la distinción a título póstumo al marido de la soprano eldense, José Francisco Rubio, y a su hijo, Miguel Ángel Rubio Sánchez, en un acto cargado de emoción y sentimiento celebrado esta tarde en el Teatro Castelar.
El acto, presentado por Rocío Fernández, ha contado con la presencia de los miembros de la Corporación Municipal y una gran representación del tejido cultural, económico y social de Elda. La proyección de un vídeo con imágenes de la trayectoria vital y profesional de Ana María Sánchez, así como testimonios de personas que coincidieron con ella en diferentes etapas de su vida, ha abierto el homenaje.
A continuación ha dado comienzo el acto institucional con la lectura de la resolución del Pleno Municipal en el que se aprobó, por unanimidad, el nombramiento de Ana María Sánchez como Hija Predilecta de la ciudad.
Seguidamente, en uno de los momentos más emotivos del acto, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, ha entregado a José Francisco Rubio y a su hijo Miguel Ángel Rubio el título acreditativo del nombramiento de Ana María Sánchez como Hija Predilecta de Elda.
Miguel Ángel Rubio ha tomado la palabra para agradecer un homenaje y un títrulo “que sin duda es el que más le habría gustado presenciar, y además en este espacio, el Teatro Castelar, en el que fue inmensamente feliz. Cuando su carrera estaba en auge se pasaba fuera más de la mitad de su tiempo, pero siempre hablaba de Elda como su remanso de paz. Aquí tenía a su familia, a sus amigos y sus raíces, y cuándo le preguntaban porqué no vivía en Madrid o en Barcelona, que era mucho más sencillo para viajar, siempre decía que no cambiaba Elda por nada del mundo”.
El hijo de la soprano eldense ha recordado que “en Elda cargaba las pilas física y emocionalmente para soportar el ritmno de su carrera. Lejos del glamour de los escenarios, los triunfos y reconocimientos, la carrera de soprano requiere grandes sacrificios. Quizá por ello mi madre valoraba siempre estar en Elda. Siempre se sintió profeta en su tierra y presumió de ello. Siempre que pudo por su agenda acudió a Santa Ana a cantar a la Virgen de la Salud”.
Miguel Ángel Rubio, quien ha anunciado que la familia trabaja en la creación de una fundación que llevará el nombre de su madre, ha concluido recordando que “fue una mujer fuerte, luchadora, un ejemplo de cómo afrontar la vida y también la enfermedad. Siempre estuvo arropada y magníficamente atendida en los últimos momentos. Se fue rodeada de sus seres queridos y amparada por la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso. Quiero agradecer a todo el pueblo de Elda este honor y sé que está en presente en el corazón de todos los presentes en este homenaje”.
